sábado, 31 de octubre de 2009

tercer capitulo de la historia!!!!

ANTES QUE NADA UNA DISCULPA POR PONERLO HASTA AHORITA PERO LA ESCUELA NO ME LO PERMITE PERO ESO SI AUI SE LAS DEJO DISFRUTENLA Y NOS LEEMOS EL MIERCOLES Y JUEVES BYEEEEEEEEEEE Y GRAX POR SUS COMENS!!!!!!! BESITOS VAMPIRESCOS.......!!!!!!!!!


Nota 3: Las canciones que propongo para escuchar con este capítulo son:Nothing else mattersde Metallica con la sinfónica,Gotas de vinilde mis amados Zoé yThe fightde Avenged Sevenfold.

Photobucket

3. Abril

Jacob POV

No lo podía creer. Quién sabe qué tuerca se le aflojaría de un momento a otro que se permitió llegar tan lejos. Por mi parte estaba genial. Muchas ocasiones la sentí y la observé en mis pensamientos. Su cuerpo, con o sin ropa, me fascinaba. Además, conocía con certeza cada una de sus partes sensibles, era una de las tantas ventajas de ser lobo: conocer por medio de los sentidos. ¡Diablos! ¿Acaso existía algo mejor? Lo dudo. Era el paraíso.

Me sentía diferente, poderoso y cautivado. Tenía la ansiedad de correr como loco, entrar en fase y correr hasta que no pudiera más. Toda esta energía necesitaba desahogarla. La fatal atracción que Bella me aplicaba, se cumplía a la orden en mi fuero interno, la deseaba con demasiada fuerza, ¿sería la imprimación de la que tanto me hablaban?, si era así necesitaba, con urgencia, a alguien que me explicará todas las emociones que caían ante mis ojos. ¡Maldición, estaba tan feliz!, que apenas podía pensar con coherencia.

Respiré profundamente con el fin de acallar a mis hormonas y no molestar a Bella. Una ocasión en esta noche era demasiada suerte de mi parte, o eso creo, a menos de que fuera en realidad una ninfómana y esa tuerca suelta me beneficiara desatando su personalidad de sexo-adicta que escondía bajo ese manto de chica buena. Estaba bromeando, mi estado de ánimo era peculiar, demasiado alegre para mi gusto. Gracias Dios mi olfato me recordó al jefe de policía –por cierto una imagen nada acorde para el momento--. Por el olor que despedía el bosque debía ser alrededor de las 3: 00 a. m., si nos demorábamos una hora más el oficial me prohibiría definitivamente acercarme a menos de 100 metros de su amada hija.

La desperté y sin preámbulos le dije que era tiempo de irnos. Le ayudé a vestirse lo mejor posible –una tarea bastante atractiva--. No iba a permitir que condujera a su casa en medio de un estado somnoliento, sería un homicidio premeditado o bien el recorrido más largo de todo Washington; por si fuera poco la ropa húmeda, vaticinaba un trayecto insoportable. Le propuse llevarla en mi lomo, segura y tibia, pues a pesar del viento helado mi piel aminoraría su malestar. Una vez entrando en fase ahorraríamos tiempo, las motos nunca eran tan rápidas como yo, y a ella le prevendría de un resfriado tremendo.

Ya en casa de los Swan me despedí de Bella. Seamos sinceros ¿ya qué importaba que me viera desnudo? Abandoné la fase. Cuando estuve como humano la besé y reiteré mi promesa de estar a su lado para siempre. Quedé muy formal de llevarle los presentes esa misma noche, el viaje tenía que ser ligero y el cofre le pesaba mucho así que concluimos en dejarlo allá. No me retire hasta ver la luz de su habitación apagarse.

Mientras avanzaba entre la oscuridad del bosque, mis pensamientos se recreaban en el cuerpo de Bella entre mis manos. Sospechaba estar bajo el influjo de alguna buena droga natural, alguna de esas hormonas que te mantienen estúpido. Realmente corrí como si flotara.

El lago se veía incomparable con tanto brillo de la luna, resplandecía como si tuviera una manta de seda blanca suspendida en la superficie de éste. Miré al cielo y vi mi estrella.

--¡Vaya regalo Bella! Ahora sí no podré olvidarme de ti cuando la vea.

Junté todo lo importante, los puse en los compartimientos de las motos. Ideaba la mejor manera de trasladar las dos motos cuando Sam apareció, en forma de humano.

--¿Qué tal te fue hermano? –Dijo el interpelado-- ¿Le gustó?

--Podría apostar $10 dólares a que sí ¿Qué te trae por acá?

--A decir verdad andaba patrullando y te vi correr en esta dirección. Tardaste en regresar, eso me preocupó y aquí me tienes. Ahora que lo pienso mejor, hice bien en venir, vas a necesitar una mano con eso –miró las dos motos dándole respuesta a mi incógnita de unos segundos atrás.

--Gracias Sam. Se nos hizo tarde. Las motos tenían que quedar en segundo plano, era una competencia desigual, definitivamente ganó el hombre lobo.

Termine de amarrar el bote a un árbol cercano, con la luna creciendo y las lluvias constantes en Forks podía subir el nivel del agua y arrastrarlo lejos. Regresé al lado de Sam para emprender el camino a La Push. Nunca me imaginé que Sam me estuviera preparando un sermón.

--Jake, ¿tienes un minuto?, hay algo que necesito platicar contigo antes de ir a tu casa –su voz era la del gran líder, esa odiosa voz que me pronosticaba algo más que un minuto--. No soy un metiche ni me interesa tu vida sexual, pero esta noche era especialmente tranquila hasta tu fenomenal regalo de aniversario, ¡¿sabes a qué me refiero?! No había forma alguna de que mis oídos no percibieran tanto alboroto.

--No lo teníamos planeado en absoluto, por si me vas a echar un sermón moral o legal acerca del asunto.

--Jacob, ese no es mi propósito, tú y ella saben lo que hacen, ya son mayores.

--Entonces me puedes ir directo al grano. Las emociones de hoy aun me perturban.

--Justamente de eso te quiero aconsejar. Por lo que entiendo tú no habías tenido sexo con ninguna chica antes, eso te convierte en un iniciado. Debes entender que tus apetitos tampoco serán como los de un hombre normal, para que me entiendas: los deseos son más agresivos. Siempre he dudado si estás realmente imprimado con Bella –eso lo dirá el tiempo--, por ello te pido que tengas cuidado con los alborotos hormonales. No le vayas hacer daño, ni física ni emocionalmente –hizo una pausa para observar mi cara--. Jake, sé que la amas pero parte de ti es un animal, y como tal, nuestro instinto rebasa por veces a nuestra razón. Mírame a mí… sin querer lastimé a Leah –su rostro tuvo que desviar mi mirada, esa idea sí que lo seguía avergonzando--. Mi deber es informarte de lo que puede suceder para que no tengas a quién señalar en caso de favorecerte o perjudicarte. El cariño es una cosa. La imprimación está fuera del alcance de la lógica.

--Estás criticando cuestiones que considero de suma importancia y ¿sabes algo?, pensé que serías el indicado para orientarme, pero sólo ocasionas que me exaspere –levanté la voz--. Hoy le pedí a Bella que pase el resto de su vida a mi lado y te apuesto que no es simple atracción lo que me llevo a declararlo –dije con voz iracunda.

--¡Vamos hermano, no te molestes! Jamás insinué que la utilices, se nota que te trae muy desorientado, pero quiero que la cuides… y te cuides de cometer errores pues te pesarán toda la vida. ¡Vamos, baja la guardia chico! Lo mejor será que ya nos vayamos. ¿Te parece?

--¡Eres un idiota Sam! –Lo miré con ojos retadores- Crees que porque a ti te paso me va a suceder a mí también.

--Jacob, estás perdiendo los estribos –se posicionó altivo frente a mí--. Deja de comportarte como un adolescente inmaduro y demuéstrame lo equivocado que estoy con acciones. Porque hasta donde yo intuyo, lo que en verdad sientes por Bella es pasión.

--¡Cierra la boca! –sentía los espasmos por todo el cuerpo.

--¿Quieres pelear? ¡Adelante! Dame una razón más para creer en tu personalidad apasionada.

Su arrogancia me desequilibró así que le solté un puñetazo en la cara. Del golpe se le torció el rostro, cuando volteó, observé como el labio inferior le sangraba. Alzó una de sus manos para tocarse la herida.

--Me daría mucho gusto regresártelo –dijo después de chuparse el labio--, pero prefiero esperar a ver el golpe que te da la vida. Ahora, ¡muévete! –medio me empujo, rozándome por el hombro y se dirigió a la moto.

--Larguémonos de este lugar –fue lo que pude decir después de ese veredicto.

En cuanto dejamos las motos en el garaje, Sam se despidió sin otro comentario que agregar a la plática. Por mi parte me retiré a la cama. No me dormí, en su lugar recordé los pensamientos que deambulaban en mi mente durante el camino: la atracción, el amor y el deseo. Bella significaba esas tres palabras. Desde que la vi me enamoré de ella, ¡¿cómo no pensar que fuera una impronta?! No tenía ojos para ninguna mujer. Cínicamente debía admitirlo, desde que mi cuerpo tomó estas dimensiones las ofertas de chicas despampanantes no me faltaban, sin embrago Bella parecía lucero entre toda esa basura. Tenía que ser ella, sí lo era. Mi universo se movía, su eje era ella. En definitivo no había qué discutir más, ni alarmarme. ¡Al diablo con las ideas de Sam!

miércoles, 28 de octubre de 2009

segunda parte de la historia disfrutenla!!!!!!!!

Nota 2: Las canciones que propongo para este capítulo son:Sweet talkde The Killers yThe roadde Elan yEverythingde Lifehouse.

Desde lejos es mejor

Bella POV

¡Diablos! Se me había pasado el tiempo volando, entre los preparativos para la graduación, la decisión inesperada de quedarme un año sin estudiar –ufff-- y salir bien librada de la batalla contra Victoria –aún me causaba escalofríos recordar todas las artimañas que usó la manada para poder asesinarla.

Las razones por las que no iba a asistir este año a la escuela eran simples: trabajaría para cubrir la cuota de la universidad que tanto anhelaba, además de ser plan con maña, pues así saldría a la aventura de la universidad con Jake.

Hoy era el día de mi aniversario con él y sinceramente no tenía planificado nada, sólo un montón de tonterías: tal vez comida -sabía de ante mano que le fascinaría- pero eso era demasiado trillado. Durante todos los doce meses de novios me había sorprendido con salidas estupendas o regalos hechos manualmente con tal peripecia que parecían para exposición. Mis ideas eran burdas y comunes. ¡Qué fastidio! ¿Por qué había nacido siendo tan ordinaria? De menos hubiera tenido un sentido innato para prevenir los problemas, eso nos ahorraría muchos destrozos o situaciones tensas. Por ejemplo, cuando Charlie me sorprendió con Jacob corriendo en moto. Esa vez pensé que sería el fin de mi relación con Jake. Charlie se molestó muchísimo con él, no le permitía verme, tuve que cruzar unas cuantas palabras con mi padre y hacerle entender que no era una niña y que Jacob me cuidaba más que nadie, hasta que él mismo –esa era una respuesta verídica y literalmente cierta--. El pobre de Charlie no le quedó de otra, tuvo que aceptar las locuras de Jake, mi fanatismo por la aventura –que indudablemente eran de las cosas que uno absorbe cuando convive tanto con alguien, en este caso con Jacob. Mimetismo puro-- y mis constantes escapadas nocturnas a La Push.

Comencé a encender mi computadora. Recordé que hace unos días vi en un anunció, en mi bandeja de entrada del mail, que decía: “se venden las estrellas del firmamento”, ¡vaya era una idea descabellada ser dueño de… nada!, pero mi objetivo era sacar el formato de la póliza que dan al comprarla; la modificaría y la adquiriría por mis medios y los de la naturaleza misma. Al cabo de un rato la saqué y de la misma forma el mapa de las posiciones estelares ese día. Decidí regarle la Estrella Polar, con la cual él siempre se guiaba al regresar a casa. Esa noche debía ser perfecta, jamás había cumplido un año de novia con alguien, si ésta iba a ser esa primera ocasión debía ser lo mejor posible. Revisé el clima para esta velada y gracias al cielo, qué ironía de expresión, la noche se pronosticaba como despejada.

Mi celular empezó a vibrar. Un mensaje de texto de Jake:

Hola gruñona, paso

por ti ¿a tu trabajo

o a tu casa? Hoy la

vamos a pasar de

lujo. Pide permiso

a Charlie para llegar

tarde. Yo le hablo

después.

Excelente, si tenía planeado salir de noche sería más fácil pedirle que nos acercáramos algún mirador o bien a una zona del bosque donde le pudiera dar mi sorpresa. Cerré mi correo junto con mi Messenger. Cuando estaba haciéndolo vi pendiente una solicitud de contacto para entrar en mi red, seguramente era Jared, había cambiado su cuenta, porque una joven de la comunidad lo acosaba terriblemente por ése medio, y a Kim le faltaba poco menos de dos mensajes más para salir en busca de la arpía . Lo acepté y cerré todo. Apagué el equipo y me terminé de arreglarme para irme al trabajo.

Le dejé una nota a Charlie en la nevera, debido a que no se hallaba en la estación, el recado era el permiso para llegar tarde. Salí literalmente corriendo de mi casa y mientras calentaba la camioneta escribí el mensaje de respuesta para Jake:

Nos vemos en mi

casa. No se te

olvide localizar a

Charlie. Espero

verte muy pronto.

Arranqué el monovolumen y me fui directo a mi trabajo.

Las horas en la tienda de los Newton se fueron lentas, tediosas. Por eso en cuanto estuve en mi casa me instalé en mi recamara a escuchar música para relajarme. Ya me había cambiado de atuendo y Charlie aún no se presentaba por aquí. Seguramente estaría comiendo nuevamente con la viuda Clearwater. Mejor para mí, no tenía la necesidad de salir de mi momento de esparcimiento. Me hallaba tumbada en la cama viendo el techo con los audífonos a un volumen apto pero suficiente para envolverme en la melodía. Comencé a zapatear con el único pie que tenía en el piso, y de repente sentí como se hundía éste en la tarima de madera. Genial –pensé--, la había roto con mi movimiento. Doblemente genial. Ahora tendría que pagar una compostura para el piso y verificar que no fuera polilla, porque entonces sí, el gasto iba a ser en cantidades exorbitantes. Me levanté e inspeccioné la zona afectada. Lo siguiente que vi fue la sombra de mi pasado arrojarse ferozmente ante mis ojos. Estaban ahí, debajo de mi piso, todo el tiempo, habían estado las fotos de Edward, amarradas perfectamente con un listón rojo. La tarima no se había roto, el movimiento la había sacado de su moldura.

No tenía idea qué hacer, ¿qué se supone que es lo correcto en estos casos? Tirarlas, romperlas, guardarlas… desamarrarlas y verlas, ¡NO! Eso no sería buena idea, ya era más de un año sin acordarme del dolor que infligía su recuerdo y el verlo me perturbaría, hoy no debía de estar así; es más, ni hoy ni nunca, Jacob no se lo merecía. Edward era pasado. Lo mejor era tirarlas. Ni siquiera debía ver otra vez esa cara de ángel. Fui deprisa a buscar una bolsa negra con la cual tomarlas y envolverlas, para después ponerlas en el contenedor de basura. Cuando la tuve entre mis manos una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo. Por Dios, madura. Él no va a regresar. Cerré la bolsa con un nudo, pero en vez de llevarlas al contenedor principal de la casa, las dejé en el bote de mi cuarto.

La curiosidad era mayor, así que escogí distraerme con lo único que llamaba mi atención: la Internet. Encendí mi equipo y abrí el correo reciente de Rene. Lo leí y respondí con prontitud; le conté sobre el regalo que elegí para Jake. Mi Messenger se hallaba conectado. La alerta de que un usuario había iniciado sesión sonó y vi que provenía de la cuenta que acepté a mi red hacia unas horas atrás. Se estaba enviando el mail, y decidí abrir una ventana para mandar un saludo, y de paso verificar que efectivamente fuera Jared, cuando el rugido de la moto de Jacob llegó a mis oídos. Perfecto. Revisé la hora en mi computadora y eran exactamente las 19:30. Cerré todo cuanto tenía abierto y apague lo más veloz que pude el equipo.

Me estaba echando un vistazo en el espejo, sobre todo a la apariencia de mi cabello, últimamente era un desastre, se esponjaba de más y con la velocidad a la que iba la motocicleta sería peor, así que decidí hacerme una coleta. No quería ser el detonante de la risa de Jake cuando me quitara el casco.

Jacob estaba esperándome en la moto. Lo alcancé para saludarlo, él por su parte me dio el casco.

-- Me da gusto verte – dijo con singular tono de voz-- ¿Lista Bella? Porque hoy te tengo preparada una sorpresa genial.

-- Jake… ¿te importaría ser un novio normal por una vez y no opacar mis regalos? –dije en tono juguetón.

-- La normalidad no está en mis venas Bella, además tus regalos son lo más hermoso que me han dado en toda mi vida. Tú misma eres mi mejor regalo. Anda súbete. No perdamos el tiempo, hay que ir por tu moto todavía.

Recorrimos el trayecto a su casa demasiado rápido. El plan era ir a un lago cercano a la zona que antes era límite con… los vampiros. Me pidió que lo siguiera muy de cerca para que no me fuera a perder. En cuanto nos acercábamos la velocidad de las motos fue disminuyendo, miré al cielo y era perfecto. Desde ahí se veía todo el manto estelar a su máxima expresión. Esta noche parecería artificial sino la estuviera viendo con mis propios ojos.

Las motos las dejamos aparcadas a un lado de unos árboles, bajamos unas linternas que traía Jacob; para no tropezarme me tomó de la mano y me llevó a la orilla del lago. Ahí había un bote. Me ayudó a entrar en él y cuando estuve sentada Jake lo arrastró con gran facilidad, dio un salto y sin mover el bote, repentinamente lo vi frente de mí, remando hacia el centro del lago. Lo único que agradecía sin premeditarlo mucho era saber nadar –por si se le ocurría una sorpresa demasiado alocada--.

Mientras, nos acercábamos al lugar idóneo, me percaté que había algo ahí adentro, una especie de caja pequeña.

--Eso no es justo, no fisgonees tu regalo antes de tiempo –dijo con tremenda astucia.

--Así que ese es mi regalo, bueno debo de agradecerte, imaginaba algo menos estático.

--Bueno… --corrigió al instante y me sonrió muy pícaro-- parte de tu regalo.

Instalados, por fin, en el centro del lago, o lo que parecía ser el centro, metió los remos al bote y alzó la caja, que ahora tomaba forma de cofre bajo la luz de la luna.

--Mira Bella, antes que darte este cofre y que te vayas de espaldas al agua, por el peso, y obvio tenga que salvarte –se rió después de su afirmación--, necesitas saber algo importante: hoy y frente a la luna te ofrendo mi fuerza, la fuerza que tiene mi espíritu, esa que le da la cualidad de mutar como protector de mi comunidad, de mi tribu. Tú, ahora eres la única dueña de mi vida.

Mientras decía estas palabras me tomó la muñeca y me abrochó una pulsera, tenía un pequeño lobo tallado colgando por un lado de ésta. La pulsera era de plata, la reconocí por el peso, además con la luz nocturna resplandeció y pude comprobar mi teoría. Mis esquemas hollywoodenses no valían de nada en el mundo místico de mi novio. La plata no era sinónimo de muerte para un hombre lobo, ¡vah!, ni siquiera convertida en bala lo derribaría.

-- ¿Entiendes lo que digo?, ahora Bella, por muy difícil que sea el rival con el que pelee, tú serás la única dueña de mi destino –se volvió a reír pero esta vez parecía avergonzado--. Sí, ya lo sé, esto es demasiado cursi y las palabras que acabo de decir son totalmente fuera de serie en mí, pero mi tribu tiene la creencia que a través de este amuleto, los hombres lobos que hemos encontrado nuestra pareja podemos estar más protegidos. ¿Qué le voy hacer yo?, ¡así es el ritual para el amuleto! El amor, dicen ellos, es el verdadero motor de nuestra magia, por ello sacrificamos la vida… por los que queremos –volteó su rostro haciendo a un lado un mechón de cabello que le caía a la cara-. Isabella, yo la sacrificaría mil veces por ti… porque… este… --se aclaró la garganta y me miró a los ojos de forma inesperada-- Te amo.

--Jacob Black, este regalo no lo puedo aceptar, es demasiado. Además con mi suerte y mi imán para los problemas tu vida no está a salvo. En la primera ocasión se me va a caer la mano o me la enyesarán y el médico del hospital me quitará la pulsera y…

-- Bella, cálmate. Estás preocupándote de más.

-- Es que…

-- Es que nada Bella, por favor. Ya tienes seis meses sin ningún asecho cerca y junto a mí ya nada te podrá hacer daño.

-- Espera un momento… ¿dijiste que me amabas?, ¿estás seguro de eso? No pretendo arruinar la noche mágica, pero no quiero que te vendas simulacros –después de mi primer desamor me costaba creer en el significado de esa palabra.

--Te amo, lo sé. Yo no voy a salir corriendo si alguno de la manada te tratara de hacer daño. Primero dejo a la manda, de eso estoy completamente convencido. Tú eres más –se puso en pie miró al cielo y extendió los brazos--, el universo que ven mis ojos eres tú. ¡¿Cómo podría estar sin ti?! Jamás me alejaré Isabella Swan.

Se acuclilló y acercó el cofre de tal suerte que estuviera frente a nosotros, luego lo abrió y saco algo de su interior, lo volteó para que la cerradura quedara hacia mí.

--No te lo pido como una promesa para dentro de unos meses, te lo pido como señal de sinceridad y de confianza en mis sentimientos: ¿cásate conmigo? –Mostraba un anillo de compromiso frente a mí, asido sólo por sus dedos-- O en su defecto ¿quieres ser mi eterna prometida? –sin mirarme se rió en lo bajo y me tomó la mano izquierda.

--Jacob, sabes la respuesta a esa pregunta –dije muy seria.

--¡Ah! Entonces –hizo un movimiento con la mano, expulsando el anillo hacia el lago-- mejor que se vaya al fondo del lago.

Me exasperé por su reacción. Recordaba que varias veces le dije que no concebía la idea del matrimonio como una bendición para las parejas, lo sabía, pero ¿tanto como rechazarlo a él?, era una locura. Me levanté de mi asiento –cosa que me desequilibró-- gritando y señalándole el lago, le dije:

-- ¡¿Te falla algo en el cerebro?! Ahora vas hasta el fondo del lago y me lo traes de vuelta a mi mano porque a partir de hoy ese anillo ya tiene dueña.

Su risa estruendosa hizo que varias aves salieran despavoridas de los árboles que teníamos alrededor, lo cual me asustó y me senté automáticamente. Provocando que el bote se meciera bruscamente. Él tomó mi mano y, riéndose quedo, me puso el anillo.

-- Eres una gruñona Bella. Si querías que me quitara la ropa, me lo deberías pedir más romántica.

-- ¡Eres un auténtico estafador! Me la creí completa. Y para tu información –mis mejillas se colmaron de sangre-- no pretendo verte sin ropa por mucho tiempo.

-- Mentirosa.

-- Mentiroso tú. ¡Puedo terminar de ver mi regalo! ¿Si no hay otra broma de mal gusto que quieras hacerme? – le contesté mirando mi anillo, era precioso.

-- Claro. Señora de Black.

Con la ayuda de la linterna vi a detalle el cofre y note que éste tenía talladas unas aves en la parte superior así como en la parte frontal y trasera, en cada costado un lobo y nuestros nombres en la parte donde iba la cerradura. Cuando abrí el cofre un tremendo aroma a rosas invadió el espacio. Observé y efectivamente eran rosas pero sólo sus pétalos, rojos, cubriendo la caja de donde provenía el anillo. La saqué y por curiosidad la abrí, adentro se hallaba un papel que al desdoblarlo descubriría que en realidad era una carta, acerqué la luz de la linterna para leerla.

Camina bella, como la noche
De climas despejados y cielos estrellados;
Y todo lo mejor de la oscuridad y de la luz
Se reúne en su aspecto y en sus ojos:
Enriquecida así por esa tierna luz
Que el cielo niega al vulgar día.

Una sombra de más, un rayo de menos,
Habría mermado la gracia sin nombre
Que se agita en cada trenza de negro brillo,
O ilumina suavemente su rostro;
Donde pensamientos serenamente dulces expresan
Cuán pura, cuán adorable es su morada.

Y en esa mejilla, y sobre esa frente,
Son tan suaves, tan tranquilas, y a la vez elocuentes,
Las sonrisas que vencen, los tintes que brillan,
Y hablan de días vividos en bondad,
Una mente en paz con todo,
¡Un corazón cuyo amor es inocente!

Camina Bella de Lord Byron

P.D. ¿Perfecto no lo crees? FELIZ ANIVERSARIO Bella!!

Jake me complementaba en muchas cuestiones pero siempre tenía una manera especial de mostrarme que él era diferente a todos los demás chicos – sin mencionar lo evidente--. Su regalo se extralimitó y mi presente se hallaba en niveles ínfimos.

-- Es precioso. TODO. No te mediste. Y no sólo lo expreso como una frase trillada, sino de verdad ¡No te mediste! Esto del amuleto, la declaración, el cofre, el hermoso poema; me pone una vez más a tus pies…

--Todo lo creo sólo para poder tener el privilegio de ver esa cara. Es lo mejor después de tanto esfuerzo. Eso incluye el anillo.

--De acuerdo ese no lo tomaré como una afrenta para nuestro acuerdo de nada comprado. Ahora viene tu regalo. ¿Preparado? Mira, primero ve el cielo --le señalé las estrellas-- ¿Ves esa de allá?

--Sí, es la Estrella Polar.

-- Es la que te guía de regreso a casa, ¿no es así? Bueno… estaba pensando que sería genial que esa misma fuera la que te guiara a mí, entonces como yo no soy eterna ni tengo el don de la juventud perpetua esa estrella desde ahora se llama Bella y cada noche que estés lejos de mí, yo estaré en ella, cuidándote y guiándote de retorno a casa y aunque ya no viva… ella estará para recordarte mi existencia y también como símbolo de que no te abandonaré nunca.

Me voltee en dirección al bote para hallar la póliza, Jake seguía viendo el cielo. La desenrolle y comencé a leerla. Cuando acabé le entregué el papel.

--¿Y dices que yo no me mido? ¡Tú me diste algo eterno! –Se volteó para darme un abrazo-- Ahora va a ser más divertido convertirme en lobo. Sin embargo falta algo está noche para hacerla a nuestro estilo…

--¿A sí? –dije atemorizada, esa palabra a nuestro estilo me invocó algo precipitado.

Me abrazó con más fuerza y con un movimiento rápido nos zambulló dentro del lago. Sentí el frío del agua, estaba helada. La sensación no me disgustó, sin desearlo, mi piel reaccionó y mi memoria revivió la única experiencia que tenía de agrado con lo helado. Ahí, abajo del agua, con la tremenda oscuridad, resurgió el gélido contacto de antaño, los brazos de mi exnovio, las noches para Edward Cullen, su misteriosa hermosura, el tóxico aire empapado de su aliento. Quise olerlo, necesite olerlo, pero por continuar con ese impulso mortuorio tragué agua. Tuve que impulsarme de inmediato a la superficie. Bendita agua, cubriría mis lágrimas, las desaparecería; al igual que a él el tiempo.

Comencé a moverme hasta que salí a flote. Jake me estaba esperando, asustado por mi ausencia. Se acercó para inspeccionar que estuviera bien, pero en lugar de una Bella atemorizada halló otra reacción de mi parte. Por instinto, desesperación tal vez, por no atraer el pasado ahora que desde lejos se veía mejor, igual que las estrellas, lo empecé a besar. Jacob respondió excelente, su pasión y su calor por natura me elevaron a mi realidad. Sin haberlo planeado nuestros cuerpos se hallaban tan juntos que podría haber jurado que desde lejos parecíamos uno. Necesitaba toneladas de calor para expulsar el frío proveniente de mis adentros. Su control y su destreza dentro del agua me dieron confianza, dejé de percibir mis movimientos como medio de supervivencia, me dediqué a sentir. El beso se prolongó y por cada chasquido de nuestros labios se extendía la pasión, se desencadenaba la fogosidad exigida por mi propio espíritu. Tanto fue mi enajenamiento que no descubrí que nos habíamos movido a la orilla, con todo y bote, hasta que no sentí mis pies sobre la arena.

Abrí mis ojos y me convencí de lo que acontecía, más allá de lo material. Él era el indicado, para qué esperar más. Sin dudarlo, estaríamos juntos hasta el final de mis días. Él sí iba a ser para mí. Me salvaba de millones de formas, constantemente –hasta de mis fantasmas--. Sin titubear, lo jalé del cuello con mi brazo y lo seguí besando, mientras la otra mano iba directo a su cuerpo. Nunca necesité de explicaciones orales con Jake, él me conocía mejor que mis propios padres, por ende no creí tener que decirle lo que me proponía.

-- Bella, ¿quieres que paremos? –me dijo como pudo mientras me besaba.

-- No.

Con un repentino empujón me subió las piernas a su cintura y me llevo cargando a la orilla del lago. Caí al lecho soberbia. La arena existente ahí era tan fina que fue imperceptible para mi piel tan delicada. Allí él continuó con el beso cual si fuera eterna. Sólo era un fluir de distancias transformándose en una armoniosa dicotomía.

Nuestras manos corrieron, se desbocaron en caminos sinuosos. Lugares secretos fueron delicadamente descubiertos por sus manos. La piel de él y la mía ya no fue más la de dos individuos, por esa noche fui parte del universo que Jacob veía. No el universo. En sus ojos vi el reflejo de mi fulgor, él me descubrió cual si fuera un aprendizaje existencial, éramos aves en plena libertad… rechazábamos los círculos de la frialdad que nos antecedían. La bienvenida al amor se dio, tal vez lo detecte en el palpitar de mis labios, en el ir y venir de nuestros cuerpos, en el celestial fragor de nuestro existir. Mis sentidos se llenaron de exacerbada locura, sentían miles de cargas eléctricas, movimientos de vaivenes. El aire que respiré fue dulce, pétalos de rosa, roció nocturno, el olor almizcleño de su piel. Un suave desliz y ya no estaba en este planeta Tierra. No sé cuánto dure en ese trance, pero sí en donde aterricé. En mi vida había sentido tanto amor… bueno… no de este tipo de amor.

En cuanto estuve de vuelta en ese lugar mágico, me percaté que Jake acariciaba mi brazo, estaba lo bastante contento como para romper mi maravillosa burbuja, pero sabía el instante preciso en que regresaba a estar consciente.

-- Sé que esto es diferente. Me siento diferente –musitó cerca de mi oído.

-- Lo sé. Siento lo mismo –dije y alcé mi rostro para encontrarme con sus ojos--. Jacob, te amo.

Volví a recostarme en su pecho para escuchar su corazón, mismo que me arrulló hasta el punto de caer rendida en un profundo sueño.

Photobucket

sábado, 24 de octubre de 2009

inicio de una nueva historia!!!!!!!!

HOLA AMIGOS BUENO COMO ALGUNOS YA FUERON INFORMADOS EN HI5 Y PS AAUI TAMBIEN INFORMARLES QUE LOS MIERCOLES Y JUEVES SE VA A PUBLIOCAR PÀRTE DE ÑLA HISTORIA DE UNA AUTORA LLAMADA MIEL LA CUEL ESTA ESCRIBIENDO UNA HISTORIA RELAMENTE BUENA TODO LO QUIE NOSOTROS CONOCEMOS SOBRE LA HISTORIA CAMBIA DFRASTICAMENTE EN SU IMAGINACION PERO ESPEREN NO SE ASUSTEN YA QUE LA HISTORIA ES MUY BUENA LA AUTORA ESPERA SUS COMENTARIOS PARA VER QUE PIENSAN DE SU FORMA DE ESCRIBIR ASI QUE EL DIA DE HOSY SE VA A PUBLICAR UNA PARTE Y ASI NOS VEREMPOS EL MIERCOLES Y JUEVES ASI QUE DISFRUTENLA ESPERO QUE LES GUSTE Y AUI LES DEJO UNA PALABRAS DE LA AUTORA:

NOTA AL LECTOR

La serie Twilight/Crepúsculo, al igual que los personajes, pertenecen a Stephenie Meyer. Versión alterna original de Mieli.

Quiero hacer la sagrada referencia que, como todos los aquí presentes sabemos, la idea original de la saga es de la autora Stephenie Meyer, y por tal su manera de escribir es única e irrepetible; en mi caso, en ningún momento traté de copiar su forma de redacción, tan sólo trato de abarcar lo más posible la psicología de los personajes para seguir fomentándonos la bendita obsesión de perdurar la historia más hermosa que hemos leído en toda nuestra vida. ¿Por algo estamos en esto, no? (ja ja).


Bueno... por último les dejo la aclaración de que pretendo publicar por semana un capítulo, (los viernes...hasta que se acabe). Muchas gracias por leerme y de verdad espero que lo disfruten.

Aaaaahhhhh y por favor, ustedes saben que con la Internet es muy fácil el plagio, así que les pido consideración a no ser distribuida sin llevarse mi nombre como autora intelectual de esta versión alterna. Eso es todo queridas y queridos. Besitos y muchos abrazos.

ES TIEMPO DE LA MÁGIA

PARA COMENZAR... ELCONTEXTO DE LA HISTORIA.


Por Elizabeth Fuentes

PRÓLOGO

Hora de soledad y de melancolía,
en que casi es de noche y casi no es de día.
Hora para que vuelva todo lo que se fue
hora para estar triste, sin preguntar por que.

Todo empieza a morir cuando nace el olvido.
Y es tan dulce buscar lo que no se ha perdido...
°Y es tan agria esta angustia terriblemente cierta
de un gran amor dormido que de pronto despierta!

Viendo pasar las nubes se comprende mejor
que asi como ellas cambian, va cambiando el amor,
y aunque decimos: ¡Todo se olvida, todo pasa...!
en las cenizas, a veces nos sorprende una brasa.

Porque es triste creer que se seco una fuente,
y que otro beba el agua que brota nuevamente:
o una estrella apagada que vuelve a ser estrella,
y ver que hay otros ojos que están fijos en ella.
Decimos: ¡Todo pasa, porque todo se olvida...!
y el recuerdo entristece lo mejor de la vida.

Apenas ha durado para amarte y perderte
este amor que debía durar hasta la muerte.
Fugaz como el contorno de una nube remota,
tu amor nace en la espiga muriendo en la gaviota.
Tu amor, cuando era mío, no me pertenecía.
Hoy, aunque vas con otro, quizás eres mas mía.

Tu amor es como el viento que cruza de repente:
Ni se ve, ni se toca, pero existe y se siente.
Tu amor es como un árbol que renuncio a su altura,
pero cuyas raíces abarcan la llanura.
Tu amor me negó siempre lo poco que pedí,
y hoy me da esta alegría de estar triste por ti.
Y, aunque creí olvidarte, pienso en ti todavía,
cuando, aun sin ser de noche, dejo de ser de día.

José Ángel Buesa (Poema para el Crepúsculo)



--------------------------------------------------------------------------------



Nota 1: Para comenzar este capítulo, propongo que escuchen la canción:My inmortalde Evanescence y Noiselessness--versión acústica-- de Ueickap.

Photobucket

1. A tus pies

Bella POV

“A pesar de su indiferencia y teniendo en cuenta las circunstancias, ¿no desearía Edward que yo fuera lo más feliz posible? ¿No le quedaría suficiente afecto como para querer esto para mí? Pensé que sería así. No, no me echaría en cara que concediera a mi amigo Jacob una pequeña parte de amor que él no quería. Después de todo, no era la misma clase de amor, en absoluto. Jake presionó su mejilla cálida contra la parte superior de mi cabeza.

Sabía, sin lugar a dudas, qué sucedería si ladeaba el rostro y presionara mis labios contra su hombro desnudo… Sería muy fácil. No habría necesidad de explicaciones esta noche.

Pero, ¿sería capaz de hacerlo? ¿Podría traicionar a mi amado ausente para salvar mi patética vida?

Las mariposas revoloteaban en mi estómago mientras decidía volver el rostro o no.

Entonces con la misma claridad que si me hubiera puesto en riesgo, la voz aterciopelada de Edward me susurró al oído: Se feliz.

Me quedé helada” (MEYER, 2008: 387).

Mis ilusiones de que regresara se destrozaban si desde ahora me deseaba ver en brazos de otro; aunque fueran mis alucinaciones las causantes de su voz, algo en mí me decía que eso era la verdad dentro de toda esta confusión. Sin detener más el alboroto de mis emociones y aquel mandato nefasto que acababa de oír, me lancé de lleno. Moví lentamente mi cara hasta encontrarme con de la Jake, lo que siguió fue pan comido. Ni siquiera sentí como los dos nos enlazamos en la misma idea, él y yo, como otras tantas veces nos conectamos y decidimos intentar no estropear aquel momento.

Sin estar tan consciente de lo que estaba haciendo, por pensar en mi nuevo devenir, una oleada de calor y de suavidad me atrajo a mis labios, aquella sensación era disímil, pero ¡vaya quién lo hubiera imaginado! Jake besaba demasiado bien. Describirlo sería complejo, a pesar de no ser el tierno beso, al cual estaba acostumbrada y enamorada, su forma de besarme me retenía en instante mágico, por primera vez en mucho tiempo me sentía segura, no tenía miedo de lo que asechaba allá afuera.

El mundo se detenía sin previo aviso, en esa camioneta y para la mala suerte de mi Romeo prófugo, Jacob no tenía ni la mitad de intensión de hacerme a un lado, creo que él disfrutaba tanto o más esos segundos. Transmitió una oleada de pasión hacia mí y sin dudarlo reaccioné. Nuestro beso se convirtió en algo mucho más intenso de lo que me imaginaba. Parecía como si supiéramos que el mundo estaba por acabarse después del beso.

De repente recordé que me hallaba frente a mi casa, sin mencionar que no estaba acostumbrada a las expresiones de amor de esa magnitud y bueno… pues tuve que parar en seco a Jake. No lo negaré, la adrenalina corría al mil por mi cuerpo ocasionando una agitación descomunal. Si hoy no me moría de un infarto, entonces estaría frente a una buena señal de mi atrevimiento.

Saqué las palabras a regañadientes de mi incesante Pepe Grillo, apartándome lentamente de los brazos de Jacob.

-- Sé que Charlie tal vez no retorne en unas horas, pero podría sorprendernos en cualquier momento y no creo que le gustaría verme besando a un chico en el auto… a estas horas y sobre todo de esta manera –miraba mi jeans para no enfrentar la mirada de Jake.

-- De a- cuer- do… --dijo con lentitud las últimas tres sílabas- No hay problema, ¡vamos!

Salió rápidamente del coche y se dirigió abrirme la puerta para después caminar juntos al portal de mi casa. Cuando al fin llegamos, titubeó para hablarme, pero con su indiscutible fortaleza y confianza inquebrantable en sí mismo me llamó.

-- ¿Bella? Por favor no vayas a cambiar conmigo, lo que acaba de suceder… Y- yo entiendo si no estas preparada aún, no hay problema, sólo no dejes de estar conmigo como hasta ahora ¿si?

-- Jake, despreocúpate. Al igual que a ti, me gustó lo que paso hace rato y no me arrepiento. No estoy segura de qué va a significar, pero te aseguro que mi idea no es alejarme de ti; más bien lo contrario.

Sonrió de forma natural y su expresión cambio de una preocupada mirada a una felicidad irradiante.

Comenzó a helar y tirité, estremeciéndome de frío y de alucinación por cómo iba a cambiar mi destino… un beso.

-- Bueno pues aquí es donde me desaparezco, entre el bosque, para unirme a la cacería de esa molesta pelirroja. ¿Te parece que te hable mañana? –dijo tan ágilmente que me hizo olvidar la imagen de Victoria entre las olas y sólo responder a esa incógnita tan importante ahora.

-- Eso sería estupendo –dije con verdadero entusiasmo.

Jacob dio un salto desde mi puerta hasta el césped en la velocidad de un parpadeo. Desgraciadamente me recordó a alguien, pero en vez de dejarme llevar por la melancolía, rescaté un poco de mí y me decidí a seguir el impulso de asirme con vehemencia a la posibilidad de una nueva oportunidad. Corrí hasta el final de la lateral de la casa y le grité sin más preámbulos antes de que desapareciera, estoy segura que casi me iba de boca, pero no me importó, todo era mejor que sufrir el desamor.

--Jaaaakeeee!!

Él volteó, sé que tenía el firme propósito de regresar si no hubiera sido porque yo seguí gritándole.

-- ¿Qué te parece si mejor nos vemos mañana aquí… --me faltaba el aire así que aspiré y continué-- al medio día?

-- ¿Será como nuestra segunda cita de verdad?

-- Sí. Eso creo –levanté mi mano en señal de despedida--. Hasta mañana.

Lo vi alejarse más rápido al bosque y mientras yo iba caminando a la puerta, comencé a escuchar timbrar el teléfono, me apresuré a llegar a ella. ¡Rayos!, esto de ser torpe empeoró la situación en el preciso instante de encontrar la llave e introducirla en el cerrojo. ¡Mal, muy mal!, el timbre no iba a durar toda la eternidad y si el que estaba detrás del auricular era Charlie, menos.

Cuando por fin abrí la puerta y corrí despavorida a la cocina para contestar, dejo de sonar. Quería romper algo por la frustración, además de tener el pulso alterado por los acontecimientos de las últimas seis horas, remataba con ésta angustia. La posibilidad de que la hipótesis del infarto se convirtiera en una realidad tangible empezaba a abarcar grandes probabilidades.

Fui a cerrar correctamente mi casa, a quitarme la chaqueta que traía desde casa de Jake para ponerla en la lavadora y dársela mañana limpia. Sorprendentemente el sonido del teléfono volvió a expandirse por toda la casa. La carrera comenzó nuevamente, pero el trayecto era corto. Rogaba porque fuera la misma persona de hace unos momentos.

-- Hola, Casa de los Swan.

-- ¿Bella… Bella, eres tú?

Una voz parecida a una campanita de viento me preguntaba. Al instante supe que era Alice. Quedé petrificada. El reclamo de mi presencia en la conversación me expulso de mi shock.

-- Por favor conteste… ¿se encuentra Isabella? –dijo Alice.

-- Sí, perdón. Soy yo… Al- Alice, ¿eres tú? –me faltaba voz para nombrar a la que había sido mi casi hermana postiza durante los últimos meses. Antes de que…

-- Sí Bella, soy yo. ¡Qué alegría saber que estás bien, que no te ha pasado nada! Estaba pensando que mis visiones no tenían sentido.

-- Disculpa, ¿tus qué? –La interrumpí, no entendí nada--. ¿Qué has visto?

-- Se supone que yo no debería de hablarte, Bella. Entiendes el por qué, ¿no es así? –hizo un pausa como esperando la respuesta afirmativa--. Como sea, te vi saltar de un acantilado y me atemoricé muchísimo, sin embargo luego te observé en tu casa sana y salva y tenía que corroborar esa información.

-- Este… bueno, sí, sí estoy bien. Mi mejor amigo me salvó y sigo con vida. Gracias por preocuparte Alice… Oye –no quería sacar el tema, pero tal vez sería lo más cerca que estaría de un Cullen en mucho tiempo, o tal vez para siempre--, ¿están bien?.. ¿Todos?

-- Ay Bella, cuídate mucho tú, a nosotros no nos puede pasar nada y sí, todos estamos bien –su tono se hizo más bajo-- Él nos ha pedido que no tratemos de intervenir, pero la verdad…

-- ¿Qué? ¡La verdad qué Alice, por favor! –me oí desesperada y casi al borde del llanto, él era lo que me importaba ¡y se detenía en ese preciso instante!

-- Bella tengo que colgar. No te preocupes, él está bien, sólo que está de viaje. Supongo que es su manera de escapar de sí mismo. Cuídate y no hagas locuras –hablaba tan rápido, parecía como si alguien la fuera a escuchar-- Por cierto, te quiero mucho y jamás me olvidaré de ti. Siento haberme ido de esa manera, al igual que todos acá. ¿Podrías perdonar a Jasper por aquella noche? Te lo pido como un favor de…

Hubo una pausa y algo de sonido, movimiento, según creo. No debía de hablar. Por su palabras imaginaba que se ocultaba para marcarme y en son de agradecimiento debía permanecer en silencio yo también.

-- Perdón Bella. ¿Sigues ahí..?

-- Sí, Alice.

-- Vive tu vida lo más feliz posible. Te quiero. Tengo que colgar. Bye.

No me dio tiempo siquiera de decirle que también la amaba y la extrañaba. Esa era la última vez que sabría algo de los Cullen. Ahora que sabía que él estaba bien y que andaba de viaje… olvidándome, distrayéndose como me había dicho, mis sentimientos se turbaron, el asequible dolor atenazo mi mente.

Subí las escaleras autómatamente y cerré mi habitación. Me instalé en mi cama tratando de no soltar mi pobre pecho, mi aliento, mi corazón, mi esencia, mi alma. Las manos eran las únicas que me ayudaban a lograr que el agujero imaginario en mi pecho no tomara medidas descomunales. De repente grite. Grite tan fuerte, era el dolor saliendo de mi ser. Recordé lo sensible que podían ser los oídos de la manada, no quería alarmar a Jake, así que ahogue el berrido y el dolor en una almohada, avergonzada ante mi debilidad.

Trataba de inhalar aire pero no lo lograba. Definitivamente si algo tenía de parecida la muerte con éste instante era en que no había nada alrededor que me pudiera salvar del ominoso destino que me tenía preparado el vacio.

Repasé los recuerdos maravillosos al lado de Edward Cullen, cortaban meticulosamente, ardían en el corazón y por cada suceso que pasaba ante mis ojos me desmoronaba en partículas diminutas. Resolví que la mañana siguiente iba a desaparecer todo vestigio del pasado. Seguramente él estaba en un país lejano disfrutando de su libertad y de su vida de vampiro, sin darle importancia al amor que había vivido. Realmente no era tan fuerte para él y sin embargo me hizo creerle. Embustero, mentiroso. A lo mejor fui un amor pasajero, ¿cómo iba saber yo que el amor vampírico no era para siempre?, ¿o sería sólo por mi condición de humano? De todas maneras, me sentía traicionada y al borde de la decepción.

Paré mis pensamientos, tampoco deseaba ensuciar algo tan bello, pues él me despertó del letargo en el que vivía, no sólo en cuestión de seres fantásticos, sino también me enseñó a amar. Le debía respeto a ese recuerdo, pero no adoración; no ahora que sabía que no era para tanto. Si no lo era para él, no debía serlo para mí. Esa noche iba a despedirme por fin del dolor, del desastre y de la deriva en que me encontraba. Las memorias iban hacer un suplemento para recordarme lo fuerte que fui. No me permitiría arrepentirme de estar aquí. Me tocó vivir al margen de mis emociones y era tiempo de aprender las lecciones. El proceso de enseñanza ya había acabado. Sólo me tenía a mí. Había sobrevivido y respiraba, aun y si no lo deseará en algún tiempo pasado. Hoy respiraba.

***

Lloré como nunca hasta ese entonces. Las palabras de Alice me habían curado de más formas de las que pensaba. Repetirlas una y otra vez, terminaron por convencerme, debía salir avante, esquivando lo que me hiciera daño.

Eran las tres de la mañana, Charlie tenía como dos horas de haber vuelto del funeral de Clearwater. Me levanté del hoyo negro donde me encontraba y con una fuerza desconocida me dije a mí misma: Ya todo va estar bien. Se feliz.

Me despabilé y me dirigí a la ventana, necesitaba respirar aire puro, aunque fuera muy húmedo por la lluvia de la noche, el chiste era completar el ciclo de la catarsis. Abrí la ventana y asomé mi cabeza a la negra noche, mientras mis pulmones se llenaban de esa nueva vida escuché muy cerca de ahí un aullido, agudo y penetrante, pero sin la menor sensación de nostalgia. Sabía que provenía de un lobo, de un hombre lobo. A lo lejos alguien cantaba un himno a la vida, lo aúllaba, y yo, por mi parte, lo recibía con los brazos y el corazón abiertos.

--Gracias Jake. Hasta mañana –musité y cerré la ventana.

Esa madrugada dormí, otra vez, tranquila. Las pesadillas no acudieron a mí. Mis sueños transcurrieron entre bosques soleados, playas con aguas cristalinas y mucha luz.

¡Nueva escena! Estacionamiento de Forks HS

¡Nueva escena! Estacionamiento de Forks HS

Gracias a pattinsonlife

Obviamente la escena contiene spoilers, vean el video bajo su propio riesgo.

¡Se da a conocer el Título - Logo de Eclipse!

¡Se da a conocer el Título - Logo de Eclipse!

En una nueva actualización del Twitter Oficial de @Twilight se da a conocer el Título-Logo de Eclipse.

¡Totalmente genial!


Photobucket

Luna Nueva en Especial de Halloween de MTV

Luna Nueva en Especial de Halloween de MTV

Gracias a Kstewartfans tenemos la siguiente noticia sobre la participación del elenco de Luna Nueva en MTV

Photobucket



Elenco de Luna Nueva presentará un vistazo exclusivo de la película en este Estreno Especial de Televisión de 30 de octubre en MTV, MTV2 y mtvU.

MTV desatará un loco caos musical con un vistazo a un clip exclusivo de 'Crepúsculo la Saga: Luna Nueva' y comentarios de los miembros del cast en el primer Especial de Halloween de la cadena, 'Unlalume: Howling at New Moon'. El programa de una hora, que se estrenará en MTV a las 9 pm el viernes 30 de octubre de 2009, tendrá presentaciones explosivas de Paramore, AFI, Dead By Sunrise y Kid Cudi, y el anfitrión será el tatuado y estrella de L.A. Ink Kat Von D. El show también saldrá al aire en MTV2 a las 10 pm, y en mtvU a las 11 pm.

El elenco de Luna Nueva formarán parte del especial con Kellan Lutz y Nikki Reed empezando el programa desde una de las casas más temerosas y embrujadas en Norte América. Los fans podrán ver cómo Ashley Greene habla sobre los rumores que han circulado por meses. Adicionalmente, durante el especial de Halloween, Kristen Stewart, Robert Pattinson y Taylor Lautner presentarán un vistazo exclusivo de la película tan esperada de Summit Entertainment 'Crepúsculo la Saga: Luna nueva', que llegará a los cines el 20 de noviembre de 2009.

¿Rob en el show de Ellen nuevamente?

¿Rob en el show de Ellen nuevamente?

Gracias a Twifans tenemos esta información:

Photobucket

Rob está confirmado para estar en The Ellen Show en Noviembre.

GossipCop:
Las twilighters han preguntado, y nosotros tenemos la respuesta:

Gossip Cop se ha enterado de que Robert Pattinson será un invitado en “Ellen” en un nuevo episodio que saldrá al aire el 20 de noviembre, el día de la premier de New Moon (haaay ya, porque todo pasa el día de New Moon? xD) Una gran fuente de alto rango confirmó la aparición de Pattinson a Gossip Cop.
La entrevista, sin embargo, será grabada el 17 de noviembre.