jueves, 7 de enero de 2010

CAPITULO 24 "Mi Diario Isabella M. Swan" (PARTE 2)

Nota 24: No hay canción más perfecta que Crawling de Linkin Park. Para la parte romántica Are you the one, Within Temptation (por la musa rockera).

¡QUÉ COMIENCE LA MAGIA!


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24. Diario de Isabella M. Swan

(Parte dos)

Lunes 16 de octubre.

Estoy frente a la pared de vidrio, con la tenue luz de una lámpara iluminando el resto del cuarto a mis espaldas; había estado observando, minutos antes de que me decidiera a escribir, como los escasos rayos de la luna destellaban sobre la blanca nieve, formando figuras, creando ilusiones… Fue entonces que me percaté que resultaba curioso cómo la oscuridad apaciguaba un poco toda la angustia que apresaba a mi mente y me hacía olvidar mis temores.

Pero han regresado.

Ya casi es media noche y sigo sintiéndome extraña. No sé cómo explicarlo… Es decir, han transcurrido más de dieciocho horas en las que he permanecido despierta y no percibo el cansancio; sigo sin tener sueño, a pesar de que en la madrugada sólo pude dormir tres horas. Primero pensé que era por la depresión, pero ahora no sé… Empiezo a tener miedo de mí misma.

¿Y si realmente me estoy volviendo loca? o peor, si me transformo durante la ausencia de Edward ¿quién me ayudará?, ¿y si muero en el proceso? ¿Y si no lo vuelvo a ver?

¡BASTA!

Es increíble como no dejo, si quiera en este pedazo de papel, rescatarme de mi angustiante realidad. Creo que la posibilidad de deshacerme de este diario se está haciendo cada vez mayor.

***

Miércoles 18 de octubre.

Nadie de los Cullen –o al menos eso supongo— conoce lo que me pasó con… y tal vez por eso Carlisle intentó convencerme de regresar a las consultas cuando recibió mi nota, donde le pedía que le avisara a su colega suspender mi terapia indefinidamente. Lo más duro de mi decisión fue ver el rostro de Carlisle pudiéndome que no desistiera, pero ni así cedí. ¿A quién intento engañar? Ir con el psicólogo no me ha favorecido en absoluto y sí por el contrario me expone a encontrarme a… Además me cansé de fingir que ese doctor podía ayudarme sólo por darle gusto a mis padres y a los Cullen. ¡Ya no aguanto! Quisiera escapar, huir, desatar los nudos que me asfixian, dejar de pretender una realidad inexistente a mis seres queridos; las cosas han cambiado ¿¡no lo notan!?

¡!

Si tan sólo estuvieras aquí. No es justo, ¿POR QUÉ TE VAS? ¡Por qué me dejas sola cuando más te necesito!

Tuve que parar de escribir hace unos momentos, pues las gotas de mis lágrimas empezaron a empapar el papel y a manchar por doquier.

Soy tan débil… no puedo, no puedo, NO PUEDO.

¡TE EXTRAÑO EDWARD!

Me haces tanta falta.

¡ME SIENTO SOLA!

Quisiera poder ser tan fuerte como tú y no tener que extrañarte tanto. ¿Cómo le haces para no pensar en mí, eh? Porque yo… yo me estoy muriendo lentamente.

***

Sábado 21 de octubre en la madrugada.

Alice y Jasper me regalaron una laptop ayer, con una nota que decía: “Para que no te sientas tan sola”; es patético si lo analizamos con detenimiento, es decir, ¿cómo si un aparato electrónico pudiera salvarme de mí misma? Aunque… acabo de deducir que éste es uno de esos regalos con doble intensión que Alice acostumbra hacer. Vampiresa astuta. Sí, seguramente Alice husmeó en mi vida para ver qué hacía durante las largas horas en que me encierro en el cuarto de su “hermano” y Jasper corroboró la información cuando decodificó mis emociones, y he aquí el regalo ideal; sí, así es, el regalo ideal para la loca de Bella, pues ambos han logrado que me comunique por más de dos minutos con el mundo, porque desde el momento en que me conecté a mi cuenta de Messenger, ella y él, cada uno por su parte y después en una conversación de tres, platicaron conmigo. ¡Son realmente pacientes! Los aprecio bastante, sin embargo siento con todo el corazón tener que ser tan grosera con ellos en estos momentos. No se lo merecen, pero aún no tengo ánimo para contar todo mi calvario. Por eso, también, es que no he escrito nada estos últimos días.

Ni lo haré ahora. Sólo quería dejar huella de este lindo presente.

NOTA: Agradecer a cada uno de los Cullen sus atenciones cuando reemprenda el habla.

P. D. Por cierto, el insomnio continúa.

***

Domingo 22 de octubre

A cabo de revisar mi correo electrónico y tengo tres e–mails de suma importancia que requirieron de mi atención.

Comenzaré por el menos escandaloso: el de Reneé. A grandes rasgos, desea que pase una temporada en Jacksonville. Necesita, casi con urgencia, que esté un tiempo a su lado. Traducción: se siente culpable de mi actual desgracia, y es obvio. Jamás imaginó que me metería en problemas cuando a mis diecisiete años me vio abordar el avión con destino a Forks, Washington en el aeropuerto de Arizona. Bueno, sinceramente ni yo lo pensé. Mi vida era tan aburrida y Forks tan ordinario. Era imposible de augurar.

¿Quién hubiera pensado que de verdad existen los vampiros y los hombres lobos? ¿Y que yo andaría tanto con uno como con el otro? Sólo en sueños.

Y mi mamá preocupándose porque me fuera a liar con un joven drogadicto, ¡qué ironía!

Pobre de Reneé, quisiera que ni ella ni Charlie sufrieran tanto. Es decir, sé que son mis padres y les duele lo que me pasa, pero se topan con pared cuando desean ayudarme. Y es que, ¡vaya!, nunca se han tomado la molestia de conocerme realmente. Tan es verdadera mi declaración, que ni siquiera percataron que he estado a punto de morir cuatro veces en estos dos años. Están tan ensimismados en sus vidas que…

Agh. Olvidemos lo anterior, terminemos con esto.

No sé que decisión tomar con respecto a pasar un tiempo con Reneé… debería hacerlo para calmarla, pero no quiero irme del lado de los Cullen sólo por los caprichos de mi madre. Por primera vez en mi vida me siento protegida, y sin haber de por medio lazos de sangre, entonces creo que aunque vaya en contra de mi propia naturaleza, es tiempo de ser egoístas y hacer lo correcto para mí y no para el mundo.

Decidido, no iré a ninguna parte.

El segundo correo fue del innombrable. Aunque siendo sincera, sigo sin comprender por qué diablos me escribió. Sus incoherencias nada más acrecentaron el abismo entre él y yo. ¿Cómo fue posible que algún día haya sido el soporte de mi existencia? Parece tan lejano. Nadie creería que a penas un mes y medio atrás nos veíamos con alegría y cariño en los ojos. Nadie.

Ok, al grano, esto dice el correo:

“Bella: No tienes idea de cómo me jode haberte lastimado. No hay día que no desee regresar el tiempo para poder cambiar las cosas, pero cambiarlas en serio, hasta el punto de jamás haberme acercado a ti. Sí, anhelo borrarte de mi vida, pues no logro entender cómo fui tan estúpido como para haberme enamorado de ti.

¡Y todavía tus padres se atreven a echarme la culpa de tu ‘embarazo’ y yo, como el imbécil que soy, lo acepto! Si supieran de quién era realmente, ¿qué pensarían de su hijita?… Creo que nunca lo sabremos, o ¿a poco la sanguijuela va a dar la cara? Lo dudo mucho. Considera, entonces, mi silencio como una retribución por el daño que te hice.

No sé si lo qué pasó el viernes fue cierto, pero de lo que estoy seguro es que los chupasangres tienen que ver con eso, por tal, sólo espero que intentes perdonarme antes de que busques estúpidamente tu muerte; al fin y al cabo ¿quién le hizo daño primero a quién? Piénsalo. Es lo mínimo que me merezco después de todo lo que te di y la mierda que recibí.

Como sea, te unirás a ellos y por fin nos haremos enemigos oficialmente. Has cumplido tu verdadero sueño ¡felicidades!

Jacob”.

Es un descarado, ¿para qué demonios me escribió?

“Considera, entonces, mi silencio como una retribución por el daño que te hice”. Por todos los cielos ¡quiero matarlo! El tener mi cuerpo deforme y haber asesinado a mi hija ¡no tiene precio! Efectivamente es un imbécil. ¡Qué manera tan idiota de pedir disculpas! Sí, acepto mi culpa por engañarlo, por hacerle daño al mentirle, pero no es justificación suficiente para tanto sufrimiento. Ojalá y me borre de su vida antes de que yo lo desaparezca de la fas del planeta.

Lo odio, lo odio, LO ODIO.

Tengo ganas de escribirle todo lo que se merece… ¡Aaaaaaah! Estúpido perro.

De acuerdo… ya estoy más serena, tuve que parar la escritura hace unos momentos, porque otra vez sentí recorrer ese estremecimiento singular por mi columna y no quiero pasar una semana más lidiando con una nueva característica de mi personalidad vampírica, bastante tengo ya con el insomnio. Al odio definitivamente lo consideraré como la llave maestra mi don. Supongo que la contestación para el innombrable tendrá que esperar a que tenga la cabeza fría.

Pasemos mejor al último e-mail. Éste llegó en el instante en que más colérica estaba, durante la primera lectura del mail de… ése. La alerta del mensaje fue casi como un bálsamo para mi atormentado ser, sin embargo también fue un shock que paralizó mi corazón, pues cuando vi la dirección del remitente quedé sorprendida hasta lo infinito: dimedii_solis_tibi. ¡Increíble!

Me cuestioné si sería verdad. Quizá había visto mal y… no sé cualquier cosa.

Mis manos temblaron por los nervios, mis movimientos se alentaron, se entorpecieron. Si mi mirada no había fallado, en pocos segundos estaría leyendo al amor de mi vida.

Hiperventilé en lo que la pantalla mostraba el contenido y cuando estuvo frente a mí, las lágrimas empezaron a salirse por el mero reflejo del sentimiento:

“Después de todo, la nostalgia existe.

Edward”.

Esa línea no significa nada más por lo que dice el texto, no, sino por lo que simboliza ésta. ¿Cómo puede ser tan preciso? ¿Cómo con seis palabras puede cambiar el eje con el que rota mi mundo? No es mucho, ni es poco, sin embargo es bastante para crear un universo… una eternidad, un pasado, un presente y también un sentimiento, “después de todo”.

Al releerlo me parece escucharlo susurrar cada palabra con su hipnotizadora voz aterciopelada cerca de mí. Creo que siempre sí dejaré actuar a mi don por esta noche; necesito verlo. ¡Lo necesito!

Quizá este es el e-mail que más trabajo me dará contestar, y es que quiero decirle tantas cosas… pero sé que no las va a poder leer. ¿Cómo se ingenia algo tan perfecto?

Por cierto, esto me recuerda… ¿y el anillo de Elizabeth? ¿Carlisle lo tendrá o Alice?

¡Rayos!

P.D. Estoy segura de que Alice sabía de esta sorpresa. Un motivo más para quererla y estarle agradecerle toda la eternidad.

¡Rayos! ¿Quién podrá tener el anillo?

***

Martes 24 de octubre.

Hoy se cumple exactamente un mes, desde que Edward se fue. ¡Sólo un mes! Faltan dos más…

¡Qué insoportable!

P. D. ¡Hallé el anillo! ¡Qué alivio! Uf. Carlisle lo tuvo bajo su custodia todo este tiempo.

***

Miércoles 25 de octubre, muy noche.

Hoy soñé con el nefasto 25 de septiembre; hoy justamente.

Debí de haber gritado mucho o hablé demás durante mi sueño… hablé… Sí, eso debió de haber sido, porque cuando abrí mis ojos, claro, no antes de varios zarandeos propiciados por Emmett, vi a todos los Cullen en la habitación, con una cara de espanto que ni siquiera era creíble en vampiros con más de cien años de existencia.

Supongo que realmente dije mucho –por desgracia—.

En cuanto estuve consciente, Carlisle, como buen patriarca, decidió calmar los ánimos de los varones, quienes estaban visiblemente alterados. Rosalie, quien nunca había mostrado un poco de interés, ni la intención de mover un solo dedo por mí, fue todo lo contrario. Conocí un lado de ella muy diferente; más tarde supe el por qué. Curiosamente, la diosa de la belleza, antes de ser vampiresa, pasó una agresión muy similar a la mía, sólo que con la discrepancia de que el hombre quien la dañó llevó acabo su delito junto con sus amigos, gracias a los efectos del alcohol y el poder… Pobre Rous. Jamás pensé sentirme tan identificada con ella, sus vivencias tiene tanto que ver ahora conmigo. Al igual que yo –hasta hace un tiempo— tenía muchas ganas de ser madre y el desalmado de su prometido, en aquella época, le arrebató la oportunidad de realizarse como mujer junto con su carácter alegre y afable de sus días como humana. Por lo que me contó después, Carlisle la encontró muy mal herida tras la violación, casi a punto de morir, y fue entonces cuando decidió transformarla. Según cuenta Rosalie, una vez convertida, lo primero que buscó fue la venganza, matando poco a poco y a cada uno de sus agresores, lo que ciertamente disfruté de su narración con especial morbosidad. Es difícil de explicar, lo sé, y sobre todo para quien no ha vivido una injusticia y una agresión de este tipo, pues el odio y el rencor parecen ser los únicos sentimientos que te mantienen viva, a la espera de la más mínima oportunidad. Durante este mes no ha existido un solo día en que yo no desee la muerte de Jacob o en que no sienta una repulsión sobrehumana por mí. Presiento que a partir de hoy, Rous y yo no seremos más los polos opuestos de la familia Cullen, ella misma me lo ha dado a entender tras su platica y me alegra, pues llevar a cuestas el dolor de un trauma como éste es muy grande.

Como era de imaginarse, tuve que empezar a hablarles a los Cullen, por fin. Necesitaban tantas respuestas y mi silencio sólo propiciaba más malos entendidos.

El volver a escuchar mi voz, hasta para mí, fue una sorpresa. Se había vuelto tan nítida, tan… me asusta decirlo… tan cantarina, no como el tono preciso de Alice, Esme o Rous, sin embargo era armoniosa, inesperadamente rítmica. Todos se quedaron pasmados al escucharme mientras yo intentaba disimular mi espanto. Todavía en estos momentos, recrimino mi suerte, porque ¿¡cómo es posible que no haya casualidades!? Es decir, durante treinta días guardé silencio con el puro objetivo de reservarme mis sentimientos, mas hoy me enteré que mi lado vampírico se aprovechaba de mi estado para ir cambiando aspectos sustanciales de mi vida.

¿Qué sigue?

Por la tarde, Alice y Jasper me acompañaron a mi casa. Hubiera ido sola a mi hogar, mas aún me causa pánico andar por esos rumbos; además después de lo que sucedió en la mañana, Carlisle instauró la nueva ley de: “todos cuidamos cada paso de Bella”. Por esto justamente no quería que ellos supieran absolutamente nada, pues me convertiría en una carga. Y ¿qué necesidad tienen ellos?

La intención de ir a mi casa fue recuperar la carta que Edward me había escrito antes de irse, y que casi pierdo por… Bueno, gracias a mi sueño la recuperé y eso es lo que debe importarme ahora.

Pretendo recobrar un poco de aquella mujer que existía antes del accidente, porque el e-mail de Edward, la carta y el parloteo durante mi sueño me han hecho reflexionar: ¿Cómo planeo esconderle todo mi calvario cuando estoy sumergida en depresiones continuas? ¿Cómo disimularé mi dolor cuando esté dormida? Imposible si no comienzo desde ahora. Tengo que ir saliendo avante de lo que me aqueja, y en menos de sesenta días, o todo por lo que luché este mes se irá a la borda, pues ya ha sido bastante con saber que su familia lo sabrá eternamente.

Después de hallar la carta, esperamos a que Charlie llegara para que pudiera hablar con él, de entre mi madre y él, sé que él se siente más culpable por no haber estado cerca, sin embargo yo lo agradezco con el alma, no sé qué hubiera hecho o cómo hubiera reaccionado de haber salido lastimado; por eso requería hacerle saber cuánto lo amo. Charlie es buen padre, “después de todo”.

Nos “quedamos” a cenar con él y al termino de ésta venimos directamente a la casa de los Cullen.

Y heme aquí, ansiosa de leer la carta, la cual está sumamente arrugada; la pegaré en la siguiente página de mi diario con la intención de que esas feas marcas desaparezcan con el tiempo. Como todo... con el tiempo.

P. D. El insomnio no ha querido desaparecer. He dormido tres horas por día desde que el veneno corre con más fuerza por mis venas. La voz, el insomnio. Insisto: ¿qué sigue?

***

(Carta de Edward)

24 de septiembre.

Mi Vida:

Te veo frágilmente dormida, entre las luces nocturnas que cubren el milagro de tu precioso rostro y supongo, cruelmente, la turbación que las próximas noches traerá el desasosiego al brillo de tu alma tranquila. ¿¡Qué no sería capaz de otorgarle a tu Dios para enmendar tu dolor!? Si ya lo estoy pagando al saberte atada a otro y a la vez siendo tan mía.

Y todavía, después de todo, los celosos siguen rondando por aquí. ¡Que ridículo! Lo siento, quizá la culpa sea mía, no sé como actuar, ¡ves!, no siempre tengo las respuestas idóneas.

Haz lo que creas conveniente; confío en ti.

¿Puedes imaginarte lo magnánima que eres?, incluso inusual, mi dulce Bella.

Sabes, me hallo completamente perdido, me perturba desconocer ¿cómo haré para no pensar en ti todo este tiempo? Es frustrante, tener que dejar de percibir el consuelo de la luz tus ojos, el frenesí de tu risa, el encantador vaivén de tu figura, a tus labios de miel, a tu piel desnuda al baño de la luz de la luna o ese embriagador olor que despides cuando hacemos el amor… Tal vez sea incorrecta la manera en como actuamos, mas quiero que te enteres: no me importa, porque conozco el sufrimiento por el que atravesamos y nadie puede contradecirme: nos necesitamos, esta vez y para siempre.

¡Perdóname Mi Vida!,

Pensé que podría controlar este sentimiento; que yo lograría ser más fuerte que tú, pero me he rendido ante tus encantos, hechicera. Y el transformarte, en uno de nosotros, es mi única opción para rescatarte de tu adversa suerte. Discúlpame si intento atarte con nuestro compromiso, sin embargo quiero que nos pertenezcamos en todos los mundos, y si tú aún estás a tiempo para salvar tu alma, no lo detendré, nos casaremos. Me importas demasiado. Eres mi todo.

Sé que con el tiempo entenderás.

Por ahora sólo te queda hipnotizarme o destruirme, sólo eso. No te permito morirte de amor, ni llorar por mí; gastarás tu tiempo. Entiende estas cinco palabras:

Soy tuyo para la Eternidad.

Regresaré; siempre encuentro la forma de volver a ti.

Mientras tanto, “Cuida mi corazón… lo he dejado contigo” (MEYER, 2008: 101).

Edward.

***

Jueves 26 de octubre.

Acabo de despertarme… y estoy temblando, no sólo es el frío, no, es más bien por el miedo. La respuesta a mi última pregunta ha sido contestada:

Mi piel…

¡Mi piel había regresado a su tonalidad natural!

Sé que debería alegrarme hasta lo inverosímil, pero no es así de fácil, esto implica mucho más. Tengo miedo.

A penas ayer mi piel seguía con sus mismas características asquerosas de las últimas semanas, nada había cambiado. Y hoy… hoy está blanca, casi lisa y con un aspecto relativamente saludable Sí, es cierto, algunas de las cicatrices se notan, sin embargo el cambio en su totalidad es irreal. ¿En tres horas mude de piel? Imposible, ni siquiera es coherente pensarlo.

¡Necesito a Carlisle!

AHORA

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Nota al lector

*Primero que nada, aquí está su Edward que tanto reclamaron. No dirán que no las leo y que no hago caso a sus peticiones; pues de hecho, él no iba a parecer hasta dentro de tres capítulos -mínimo-, sin embargo reclamaron tanto por el señor que fue necesario reajustar ideas y eso conllevo transformar un poco la historia. Espero les haya gustado su efímera aparición.

*El hecho de que sea un diario implica subjetividad al máximo nivel, si ya una narración en primera persona es sumamente fantasiosa, un diario es como decir sólo lo que nos conviene y como nos place, por eso: Los Cullen, Charlie, Reneé y la manga del muerto no están presentes en la narración de Bella. Entendámoslo así: ella sólo habla de lo que quiere y de lo que le duele, o sea Edward, su cuerpo y Jacob. A lo mejor durante los días escritos estuvo con otras personas, o se dedicó a tribialidades, yo no lo dudo, pero es que traten de comprender que la mujer está pasando por momentos dificilisimos en su vida.

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