jueves, 25 de febrero de 2010

Reencarnacion Capitulo 9

ANTES DE INICIAR LKES DEJO EL CAPI ESPERO LES GUSTE NO ES MUY LARGO PERO MUY BUENO Y RAPIDO REPONDIENDO A LA PREGUNTA LA AUTORA SE LLAMA CAROLINA PEREZ Y SE HACE LLAMAR EN EL MUNDO TWILIGHT COMO CAROLINE CULLEN OK OK RECUERDEM CUAL QUIER PREGUNTA CHICOSY CHICAS CON CONFIANZA ME VOY BYE BESITOS VAMPIRESCOS NOSLEEMOS MAÑANA

Emmet and Rosalie Cullen Pictures, Images and Photos
Reencarnacion Capitulo 9

Rosalie POV
Ha pasado una semana desde que me fui, una eterna e insignificante semana. Las cosas por aquí eran muy aburridas, no podía salir por las mañanas y el estar dentro de la casa me hacía sentir fatal. Todos los rincones estaban llenos de recuerdos.
Fue una estupidez haber venido aquí, pero no tenía a dónde más ir, no podía estar cerca de Emmett, por más que lo deseara. Estaba sentada en el piso con las rodillas recogidas y la cabeza apoyada en ellas. Cuánto dolía el no estar con él, no estar entre sus brazos. No oírlo reír, no besarlo…
“No puedes seguir pensando en él, solo te haces más daño” me regañó mi conciencia. Últimamente se la ha pasado regañándome cada que puede. “Es mi deber, así como el tuyo era decirle la verdad”
¡¡Rayos!! ¿qué se suponía que tenía que hacer? Esa era una pregunta que ni mi conciencia sabía responderme. Me levanté y decidí salir solo por hacer algo. Y al abrir la puerta me llevé una…
- ¡¡Sorpresa!! – dijeron Alice y Jasper al unísono y yo reí
- ¿Qué hacen aquí? – pregunté mientras ambos me abrazaban
- Pues queríamos ver como estabas y… - Alice miró mi ropa – y creo que tenemos que ir de compras eso lo usaste la semana antepasada
Sonreí y me sentí muchísimo mejor, Jasper me sonrió y me abrazó fuertemente.
- ¿Qué dices vamos de compras? – me preguntó divertido
- Claro que vamos a ir, no voy a dejar que Rose siga usando lo mismo, y a ti tampoco te caería mal algo de ropa nueva – Replicó Alice mientras nos jalaba hacia el coche
Durante el “largo” trayecto a la plaza Alice nos dijo cuáles eran las mejores tiendas en San Francisco, claro que yo también lo sabía, pero la echaba tanto de menos que preferí seguir escuchándola.
Dejamos el auto en el estacionamiento subterráneo y luego seguimos a Alice a las mejores tiendas. Ese día Jasper y yo la hicimos de Barbie y Ken, dejando que Alice nos escogiera ropa.
Una vez que ella se sintió satisfecha (2 plazas, 11 tiendas, 36 bolsas) regresamos a la casa y nos quedamos charlando en la sala. Ese día había sido maravilloso, con las compras de Alice y las bromas de Jasper me olvidé por completo de todas mis preocupaciones.
- Creo que mañana iremos por unas cuantas cosas para la casa – dijo Alice revisando cada rincón de la casa
- ¿Mañana? ¿Se quedarán? – les pregunté completamente sorprendida y feliz, Jasper rió ante mi reacción
- Sí, a decir verdad todos creen que estamos de caza – Respondió Jasper – pero creo que podemos ir después.
- ¡¡Ay son lo máximo!! – exclamé y abracé a Jasper
Al día siguiente tal y como Alice nos advirtió fuimos a comprar todo tipo de adornos para la casa, desde floreros hasta alfombras y tapices. Nos quedamos jugando cartas toda la noche y finalmente tuvieron que irse.
- Gracias por venir, me hicieron sentir mejor – les dije mientras los abrazaba.
- Por favor, Rose, regresa – me pidió Alice – es muy raro que no estés en la casa con nosotros
- Alice, ella regresará cuando se sienta lista para hacerlo – la reprendió dulcemente Jasper
- Volveré, lo juro, solo denme algo de tiempo – les pedí y ambos asintieron
- Cuídate mucho – Jasper me abrazó nuevamente y me dio un beso en la frente
Una vez que se fueron me dediqué a arreglar todo lo que Alice compró mientras me reía de todas las ocurrencias que habían tenido ambos. Una vez que terminé me di cuenta que ya había atardecido. Fui a la plaza de ayer y compré unos cuantos rompecabezas que me habían gustado mucho y seguro me mantendrían ocupada.
Me di cuenta de que efectivamente, los rompecabezas me distraían lo suficiente, cuando terminé todos me di cuenta de que había pasado tres días sin moverme de la mesa. Me levanté y, con el pegamento especial que compré, los pegué, ya después los enmarcaría o los haría enmarcar.Fui a darme un baño y cuando salí tocaron la puerta. Estaba cepillando mi cabello y abrí la puerta, las sorpresas estaban a la orden del día y esta era la menos esperada verdaderamente.
- ¿Edward tú aquí? – le pregunté a mi hermano “mayor”
- Es que… mi coche…no está funcionando bien y entonces yo me preguntaba si tú… - “sí claro el coche” pensé y entonces yo lo abracé
- Que bueno que viniste – le dije mientras él correspondía al abrazo – yo sé que me extrañas
- No te creas tanto es que…prefiero venir a que tú me revises el coche a que vaya a un mecánico – balbuceó Edward
- Claro, sí es así entonces vayamos a ver que tiene de malo tu coche – salí de la casa junto con él
Me amarré el cabello en una coleta y Edward me abrió el cofre y me recliné sobre él, como ya lo suponía, no tenía nada de malo. De hecho estaba en perfectas condiciones. Cerré el cofre y Edward seguía recargado en coche y me miraba con inocencia.
- No tiene nada – le dije
- Lo sé – respondió él sin inmutarse.
Entonces me encontré entre sus brazos, en un abrazo dulce y prolongado. Yo hundí mi cara en su hombro, encontrando un gran consuelo. “Edward me quiere, Edward me extraña, Edward quiere que regrese” tararee en mi cabeza y sentí la risa que recorría el cuerpo de Edward. “Mi hermanote no puede vivir sin mí, Edward quiere que yo esté cerca de él, Edward me extraña”
- Que alta impresión tienes de ti misma – me riñó
- Lo sé, pero es cierto – le respondí
- Esme te extraña – me evadió
“Sí claro, solo Esme” pensé
- Bueno, Carlisle también – dijo entre risas – y yo
Después de que admitiera que me extrañaba nos fuimos a la sala y me platicó como iban las cosas por Forks, con Bella, todo, omitiendo a Emmett, puesto que yo no quería saber como se ligaba a otra mujer.
Pero hubo un momento en el que se hizo insoportable para los dos, yo no podía aguantar mis ganas de saber, y Edward no pudo callar lo que sabía. Así que la queridísima Valerie Kincaid era la bisnieta de Valerie Seindher, no me sorprendía en nada. Durante unos segundos por mi mente cruzó la idea de regresar. Pero pronto la dejé atrás, no haría las cosas más difíciles para Emmett.
- Tienes razón, pero la verdad no ha sido fácil para nadie, no podemos escoger a uno de los dos – Edward hizo eco de mis pensamientos – pero tampoco queremos que estés lejos
- A mí me hace mucha falta su presencia, pero creo que Emmett sufriría mucho si yo estuviera ahí – le confesé a Edward
- Rose ambos sabemos que ninguno soportará estar más tiempo separados
- Lo sé Edward, lo sé, pero quiero que Emmett entienda una cosa, yo no voy a ser su esposa cuando él quiera, o soy o no su esposa, no voy a estar temiendo el regreso de las Valeries para que me bote por ellas y luego regrese conmigo
- Estoy de acuerdo contigo, y espero que las cosas se resuelvan pronto, Esme te extraña mucho
“Y dale con Esme” puse los ojos en blancos y Edward rió.
Edward se fue poco después del crepúsculo, seguro que extrañaba a Bella. Me quedé pensando durante un rato sobre las posibilidades que teníamos Emmett y yo.
Si él regresaba conmigo ¿sería capaz de perdonarlo? ¿y si no regresaba? ¿Qué haríamos si ambos decidíamos separarnos? No podía seguir con tantas preguntas en la cabeza, no quería imaginar sus respuestas.
Entonces empecé a pensar en otras cosas, según Edward, Emmett estaba siguiendo su vida como si nada, ¿por qué no iba yo a hacer lo mismo? ¿por qué tenía que ponerle las cosas fáciles si yo me sentía peor?
Tomé una decisión al respecto y mi celular no tardó en sonar
- Todo está listo – Alice me aseguró
- Perfecto – respondí yo, colgué y fui a mi habitación, tenía muchas cosas que hacer.

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