miércoles, 17 de marzo de 2010

Reencarnacion Capitulo 17

Reencarnacion Capitulo 17

Emmett POV
¿Quién era ese imbécil que abrazaba a mi Rose? No lo había visto en mi vida, pero verlo abrazar así a Rose me hizo enfurecer. Mi furia hervía y la bestia en mí rugía de ira.
A pesar de ello decidí no comportarme como un imbécil. Entré a la sala con la mayor naturalidad posible y Jasper me ayudó a relajarme porque seguro que él había sentido la furia que segundos antes había albergado mi pecho.
- Buenas tardes – saludé a todos los presentes.
- Hola hijo ¿cómo te fue? – me preguntó Esme con una sonrisa fingida
- Bien gracias – respondí cortante sin mirar a Rosalie
- Emmett él es Oliver Brodie – me presentó Carlisle al idiota que seguía abrazando a Rosalie.
Lo miré detenidamente, no era más guapo que yo, por supuesto que no. No era más fuerte que yo, apostaba a que podría vencerlo fácilmente. No era tan alto como yo, y estaba seguro que no era tan simpático como yo. Pero había algo aún más importante, él jamás conocería, ni amaría a Rosalie como yo lo hacía.
- Tus hermanas lo encontraron en Nueva York y él quiso venir a conocer nuestro modo de vida – continuó Esme
- ¿Qué tal? – me saludó el tipo, sin soltar a mi Rose, mientras estrechaba mi mano
- Hola – respondí secamente.
Me senté en el sillón de enfrente y me negué a mirar a Rosalie, estaba furioso, ¿cómo podía cambiarme por un imbécil que sólo se viste bien? Un silencio incómodo se hizo en la habitación, mejor así, que ese imbécil se diera cuenta de que no era bienvenido.
- ¡¡Emmett!! – y llegó mi monstruito favorito y me abrazó - ¿me extrañaste?
- Claro que sí, no había quien hiciera las bromas conmigo – le dije a mi hermanita
- Sí, te extrañó tanto Alice, que decidió que la próxima temporada irá contigo – le dijo Jasper riendo y yo le arrojé un cojín a la cabeza.
Alice me obligó a subir a su habitación donde tenía la ropa que me había comprado. Yo la seguí sólo porque no iba a dejarme en paz hasta que lo hiciera. Mientras ella sacaba las maletas, yo me senté en su cama esperando a que me dijera algo, pero no hizo intento de hablar. Sacó una maleta completa y empezó a extender la ropa y a enseñarme los conjuntos.
- Y este pantalón te irá muy bien con esta camisa azul – estaba diciéndome mientras me mostraba las prendas – creo que también se te verá bien con esta blanca aunque… - le tapé la boca con una mano.
- Alice…
- Ella tiene el mismo derecho que tú a intentar a hacer su vida, yo no tuve nada que ver – me dijo me hermana – además Oliver no sólo está interesado en nuestro estilo de vida, sino que también está interesado en Rosalie
- Se nota – dije sarcásticamente
- No puedes ni tienes derecho a burlarte Emmett, porque tú la dejaste por irte con una humana – Alice me replicó molesta y salió de su habitación.
Me quedé unos instantes ahí sentado. Era cierto todo lo que había dicho Alice. Yo había herido primero a Rose. Fui a mi habitación y vi que en la cama había otra bolsa con ropa y hasta arriba había un llavero con un oso de Peluche que tenía Emmett bordado.
La bolsa tenía una nota.
Espero te guste
Rose.
Que mal me sentí, ella se acordó de mí y también me compró algo. No había nadie más patético que yo en esos momentos.
Una sonrisa maligna se dibujó en mis labios, yo iba a asegurarme de que ese imbécil se fuera de aquí. Rose era mía e iba a pelear por ella, no importaba el precio que tuviera que pagar
- ¿Qué hay de Valerie? – me preguntó Edward entrando a mi habitación - ¿la vas a dejar ir?
- No, pero voy a hacer que Oliver se largue de aquí – le respondí.
- Emmett, no puedes tenerlas a ambas, te guste o no, vas a tener que elegir – Edward me previno – y si quieres mi opinión, yo me iba por la más hermosa y la más inteligente.
Edward salió de mi habitación cerrando la puerta tras de sí, sólo tenía un poco de razón. Pero no era lo mismo. Oliver no amaba a Rosalie. “¿Tú cómo sabes eso imbécil?” me preguntó mi conciencia.
- Sólo lo sé y ya – le dije en voz alta – y no voy a dejar que se quede con ella
Me quedé viendo la tele un buen rato mientras escuchaba a los de abajo hablar, aunque no les prestaba mucha atención en realidad. Estaban hablando del idiota ése.
Estaba acostado en la cama cuando tocaron a la puerta. No era necesario preguntar quién era, lo sabía muy bien.
- Adelante – dije y la puerta se abrió.
- Hola
- Creo que no hace falta que te pregunte como te fue en Nueva York – comenté con acritud, aunque en realidad no lo deseaba
- Sí, sí me fue bien gracias – Rosalie me respondió molesta y se volteó lista para irse.
Entonces me levanté de la cama rápidamente para evitar que se fuera y la jalé hacia mí. No quería lastimarla pero la jalé demasiado fuerte y caímos en la cama, ella sobre mí.
Nos miramos a los ojos por unos cuantos momentos que fueron increíbles, mis manos se fijaron en su cadera y las suyas estaban en mi pecho.
- Lo lamento, no era mi intención hablarte así – me disculpé sinceramente.
- Deberías hacerlo – Esa era mi Rose, la que siempre tiene una mordaz respuesta.
- Oye en serio lo lamento ¿de acuerdo?
- De acuerdo – Rose se iba a levantar pero yo me puse sobre ella antes de que lo hiciera – Emmett quítate de encima
Pero no pude, en vez de ello hice lo que me moría de ganas de hacer: la besé. Sus labios se abrieron en respuesta a los míos mientras que mis manos acariciaban sus cabellos sin control y ella desabrochaba mi camisa. La química entre nosotros explotaba con cada roce.
Mi camisa voló y ella se puso sobre mí, sentada a horcajadas. Nuestros labios se devoraban con pasión y deseo, sin embargo antes de que la cosa llegara a más Rosalie paró.
- Lo lamento Emmett, pero yo no voy a ser plato de segunda mesa de nadie – Se fue de la habitación dejándome así sin más.
Rosalie POV
Mientras bajaba por la escalera me preguntaba qué habría pasado si hubiera dejado que eso continuara, aunque ya sabía lo que hubiera pasado. Emmett y yo habríamos terminado haciendo el amor, era obvio.
Una vez abajo me senté nuevamente junto a Oliver, Jasper y Edward me miraban un tanto confundidos, pero yo decidí ignorarlos. Oliver me abrazó nuevamente y pues yo me dejé querer.
- La verdad me sorprendió mucho darme cuenta de que sus ojos eran dorados, pocas veces me encuentro con miembros de nuestra especie y nunca había visto a ninguno con los ojos dorados – Oliver nos contaba
- Sí, no muchos de nuestra especie eligen este camino – Carlisle dijo – pero gracias a ello podemos vivir juntos como familia.
Ese día le platicamos a Oliver acerca de nuestra familia, la historia de cada uno de nosotros. Emmett no bajó nuevamente de su habitación, se quedó arriba sin bajar para nada hasta el día siguiente en que teníamos que ir a la escuela.
Fue al garaje, sacó su jeep y se fue sin decirnos una palabra. Jasper y Alice bajaron unos minutos más tarde, ambos ya listos para la escuela.
- ¿vas a ir Rose? – me preguntó Jasper
- Claro que tiene que ir, no hemos ido en una semana – Alice dijo mientras me arrastraba escaleras arriba – pero no puedes ir vestida así, no, no, no por algo fuimos a Nueva York
Me jaló escaleras arriba y me dio un conjunto para ese día. Una falda blanca un tanto corta y una blusa dorada con unas sandalias igualmente doradas.
Bajamos nuevamente y Jasper fue a sacar el coche, mientras yo me despedía de Oliver.
- Te veo en un rato – le dije
- Claro, preciosa aquí te espero – me dio un beso en los labios y yo me fui con Alice y Jasper.
Al llegar a la escuela Edward y Emmett ya habían llegado con sus respectivas novias. Me fui a mi clase de historia con Jasper y nos sentamos en nuestros lugares.
La clase pasó con gran rapidez y pronto entramos al laboratorio de Química, donde Emmett y Jasper eran mi equipo. Esa sesión nos tocaba preparar el marco teórico, por lo que no hicimos mucho.
En la clase de literatura pedí permiso para ir al baño, fue más que nada para perder mi tiempo y no leer el mismo libro otra vez. Entré y no había nadie, me lavé las manos y saqué mi saquito con el maquillaje. Estaba delineándome los ojos cuando Valerie entró.
Ni siquiera me tomé la molestia de mirarla de frente, pero pude hacerlo con mi vista periférica. Traía una falda negra, horrible y una blusa roja que…no, mejor ni les cuento lo mal que se veía y la niña caminaba como si se creyera parida por los Dioses.
- Vaya, hasta que te apareces – me dijo con sorna mientras me barría y se lavaba las manos
- Fui a Nueva York para el inicio de temporada – le dije y la miré – y a ti no te vendría mal un cambio, eso es de hace como seis temporadas
- Ay Rosalie, ya deberías superar el que Emmett te haya terminado por mí, ya a nadie en la escuela le importa – argumentó ella poniéndose gloss en los labios. – no es necesario que te escondas, aunque creo que la vergüenza debe de ser grande
La miré despectivamente y ella ni se inmutó, de veras que la chica no podía ser peor. Me impresionó, no era la misma chica tímida que parecía el primer día de clases. Pero seguro le faltaba agarrar confianza y ahora que la tenía ya se creía la diosa de la escuela.
- Ay Valerie de veras que estás muy hueca por dentro, así que tú digas muy bonita no eres, y yo que tú me quedaba callada porque en el momento en que yo quiera, Emmett te deja y regresa conmigo – creo que voy a lucirme un poco – yo soy mucho más que tú Valerie y puedo darle a Emmett cosas que tú nunca podrás, yo le he hecho sentir muchas cosas con sólo mirarlo y eso es algo que tú nunca compartirás con él, él me ama Valerie, podrá estar contigo pero cada vez que te besa, cada vez que estás entre sus brazos, soy yo la que está en su mente y en su corazón
Dicho esto me fui de ahí, dejando a Valerie completamente atónita y callada. Llegué al salón de los más satisfecha conmigo misma. Obviamente, Jasper lo notó y me miró con una ceja levantada. Yo solamente le sonreí triunfante.
El receso llegó y ese día me senté con Alice y Jasper, ella estaba muy emocionada por lo que le había dicho a Valerie y Jasper no me dijo nada. Valerie y Emmett estaban sentados en otra mesa lejana a la nuestra. La chica volteó a verme y yo le sonreí con malicia y ella se inclinó sobre Emmett y lo besó.
Al acabar el receso me fui a matemáticas, pronto Emmett se sentó junto a mí y ni siquiera me miró. El profesor comenzó a dar la clase y Emmett seguía sin mirarme.
- Trabajen en parejas, tienen diez minutos – nos dijo acabando de escribir el ejercicio en el pizarrón
- ¿Lo hacemos en tu cuaderno o en el mío? – le pregunté a Emmett
- Como quieras – me respondió seco y sin voltear a verme
- Oye no tienes por qué hablarme así – le repliqué molesta
A partir de ahí no nos dirigimos la palabra, acabé el ejercicio y se lo llevé al profesor. Acabada la clase me fui a la siguiente, educación física. Mientras el profesor nos daba las reglas del volleyball yo miraba a Emmett. Estaba disperso y no me devolvía la mirada.
Me sentí mal, el que no me hablara ni me mirara siquiera me entristecía sobremanera. La clase comenzó y el profesor nos acomodó por parejas. Yo quedé con Jasper y Emmett…con Valerie.
No entiendo por qué tienen que mezclarnos en las clases de Educación Física. Al acabar la clase, Jasper y yo derrotamos a Emmett y a Valerie en un último partido.
Mientras nos cambiábamos en el vestidor Valerie se pavoneaba por todos lados mostrando “su buen cuerpo”. Yo me vestí rápidamente y fui a peinarme frente a los espejos.
- No creas que porque ganaste en volleyball yo voy a dejarte ganar – me advirtió mientras se amarraba el cabello
- Ya te lo dije Valerie, no te sorprendas cuando me veas nuevamente entre los brazos de Emmett – tomé mis cosas y salí de ahí.

Bella POV
Acabadas las clases, salí a reunirme con Edward. Caminamos tomados de la mano hasta su coche, pero antes de que pudiera abrir la puerta Alice me tomó de la mano.
- Necesito que vengas conmigo – me pidió – Edward me llevo a tu novia, y tu coche
- ¿A dónde van precisamente? – preguntó Edward alzando una ceja.
- A Port Angeles, tú sabes, salida de chicas – dijo Alice con inocencia, yo no le creí nada,
- Bien, diviértanse – Edward me dio un corto beso en los labios y se fue con Jasper y Rosalie.
Alice y yo nos metimos al auto de Edward y ella aceleró hasta que nos alejamos lo suficiente de la escuela. Alice buscaba que su hermano no escuchara sus pensamientos.
- ¿Alice a dónde vamos en realidad? – le pregunté
- Estamos en una misión ultra secreta – me respondió mi mejor amiga mientras daba vuelta en una de las calles principales.
Finalmente paramos el auto frente a una tienda y nos fuimos caminando hacia la otra calle. No sabía que era lo que se tramaba, pero podía intuir que no se trataba de nada bueno.
Seguimos caminando hasta que llegamos a una casa que yo no conocía, nos escondimos en unos arbustos.
- ¿Alice qué demonios estamos haciendo?
- Ya lo verás, ahora calla que no tardan en salir.
Miré a la casa y efectivamente la puerta se abrió unos segundos después. Primero salió un hombre, luego una mujer con un bebé en brazos. Pero ver quien salió hasta el final me dejó helada. ¡¡Era la casa de Valerie!!
¿Qué demonios estaría pasando por la cabeza de Alice? Un segundo ¿no, nos irá a meter a la casa o sí? Rayos.

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